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PARMENIDES Y LA ESCUELA DE ELEA

 
Aparte de los pitagóricos, hay un brote filosófico fundamental en la Magna Grecia: la escuela eleática, que tiene un centro en Parménides, y sus continuadores principales en Zenón y Meliso. Este grupo de filósofos tuvo la mas alta importancia. Con ellos la filosofía adquiere un nivel y un  grado de profundidad que antes no tenia, y el influjo de Parménides es decisivo en toda la historia de la filosofía griega y, por tanto, en su totalidad hasta hoy. Esta escuela tiene, fuera de ella, un antecedente que conviene mencionar: Jenófanes.

JENOFANES

Jenófanes de Colofón, en griego Ξενοφάνης nació (580 o 570 - 475 o 466). No se sabe su fecha exacta, pero si que vivió al menos noventa y dos años, y que era posterior a Pitágoras y anterior a Heráclito. Por tanto, vivió en la segunda mitad del siglo VI y primera del siglo V. Se sabe también que recorría la Hélade recitando poesía, en general suyas. La obra de Jenófanes estaba escrita en verso; son elegías de carácter poético y moral, en las que se mezclan a veces atisbos de doctrina cosmológicas. Lo mas importante de Jenófanes es, por su parte, la critica que hizo de la religión popular griega, y por otra, un cierto 'Panteísmo' precursor de la doctrina de la unidad del ser en la escuela eleática.


LA DOCTRINA DE JENOFANES

Jenófanes sentía el orgullo de la sabiduría, y le parecía muy superior a la simple fuerza o a la destreza física. Consideraba inmerecida la admiración hacia los vencedores en los juegos, en las carreras, etc. Encontraba inmorales y absurdos a los dioses de Homero y Hesíodo, de los que solo se pueden aprender, dice, robos, adulterios y engaños. Al mismo tiempo rechaza al antropomorfismo de los dioses, diciendo que, así como, los etíopes los hacen chatos y negros, los leones o los bueyes lo harían, si pudieran, en figura de león o de buey. Frente a esto, Jenófanes habla de un único Dios. Copiamos los 4 fragmentos de sus sátiras referente a esto:

"Un solo Dios, el mayor entre los dioses y los hombres, no semejante a los hombres ni por la forma ni por el pensamiento."

"Ve entero, piensa entero, oye entero."

"Pero, sin trabajo, gobierna todo por la fuerza de su espíritu."

"y habita siempre en el mismo lugar, sin moverse nada, ni le conviene desplazarse de un lado para otro."

Estos fragmentos tiene un sentido bastante claro. Hay unidad divina subraya fuertemente. Y este Dios uno es inmóvil y todo. Por esto dijo Aristóteles que Jenófanes fue el primero que "Unizo", es decir, que fue partidario del uno. Y por esta razón, prescindiendo del oscuro problema de las influencias, es forzoso admitir a Jenófanes como un precedente de la doctrina de los eleáticos.

PARMENIDES

Parménides de Elea en griego (Παρμενίδεç) nació (530 - 470). Parménides es el filosofo mas importante de todos los presocráticos. significa en la historia de la filosofía un momento de capital importancia: la aparición de la metafísica. Con Parménides, la filosofía adquiere su verdadera jerarquía y se constituye una forma rigurosa. Hasta entonces, la especulación griega había sido cosmológica, física, con un propósito y un método filosófico; pero es Parménides quien descubre el tema propio de la filosofía y el método con el cual se puede abordar. En sus manos la filosofía llega a ser metafísica y ontología; no va a versar ya simplemente sobre las cosas, sino sobre las cosas en cuanto son, es decir, como entes. El ente, es el gran descubrimiento de Parménides. Hasta el extremo, que la filosofía sensu stricto empieza con él y el pensamiento metafísico hasta nuestros días conserva la huella que le imprimió la mente de Parménides. Y junto al objeto, el método que nos permite llegar a él, lo que los griegos llamaron noûs, y los latinos tradujeron por mens, mente, pensamiento o incluso tal vez, en algunos casos, espíritu. Este noûs, como ya veremos, esta en una esencial unidad con el ón. La interpretación de la filosofía de Parménides presentan graves dificultades. Aquí no podemos entrar en ellas, sino simplemente indicar el núcleo mas nuevo y eficaz de su pensamiento.

BIOGRAFIA DE PARMENIDES

Parménides de Elea vivió a fines del siglo VI y en la primera mitad del siglo V: no se puede dar mayor precisión sobre su fecha. No parece probable la relacion personal con Jenófanes, a pesar de indudables influencias. También parece que le alcanzaron las del pitagorismo. Platón le dedico un dialogo de su mismo nombre, tal vez el mas importante de todos los platónicos. Aristóteles le dedica mucha atención. Además, se conservan considerables fragmentos de un poema de Parménides, escrito en hexámetros, que se conoce con el titulo tradicional Sobre la Naturaleza.


EL POEMA DE PARMENIDES

Comprendía una introducción de una gran fuerza poética, y dos partes, la primera sobre la vía de la verdad, y la segunda sobre la vía de la opinión. De la primera se conserva más que la segunda. Nos limitaremos a indicar los momentos mas importante del poema.

En un carro, arrastrado por fogosos caballos, marcha el poeta por el camino de la diosa. Lo guían las hijas del sol, que apartan los velos de sus rostros y dejan la morada de la noche, guardada por la justicia. La diosa saluda a Parménides y le dice que es menester que aprenda a conocerlo todo, "tanto el corazón inquebrantable de la verdad bien rodeaba como las opiniones de los mortales, que no tienen verdadera certeza", y le dice que no hay mas que una vía de que se pueda hablar. Hay una clara alusión al paso de la conciencia mítica a la teorética: las heliades lo han sacado de la oscuridad. La metáfora de los velos significa la verdad, entendida en Grecia como un develar o descubrir.

En la primera parte del poema habla de la diosa de dos vías; pero estas no son las dos mencionadas de la verdad y la opinión, sino que esta ultima será, en rigor, la tercera. Las dos primeras son dos vías posibles desde el punto de vista de la verdad, de las cosas en cuanto son: la del que es y que es imposible que no sea (vía de la persuasión y la verdad) y la del que no es; esta ultima vía es impracticable, pues lo que no es no se puede conocer ni expresar. Y aquí se encuentra la estrecha vinculación del noûs y el ón, del ente y la mente o espíritu en la verdad. Después sigue lo que pudiéramos llamar la ontología de Parménides, es decir, la explicación de los atributos del ente que acaba de descubrir. Pero esto requiere de una exposición articulada.

La segunda parte del poema abandona la vía de la verdad para entrar en la de la opinión de los mortales. Los fragmentos de ella son muy escasos. Son la interpretación del movimiento de la variación, no desde el punto de vista del noûs, ni, por tanto, del ente, sino la sensación y de las cosas. A esto se añaden algunas indicaciones cosmológicas.

LOS PREDICADOS DEL ENTE

Conviene enumerar y explicar brevemente los predicados que convienen al ente, según Parménides.

  1. El ón es presente.- Las cosas, en cuanto son, están presentes al pensamiento, al noûs. El ente no fue ni será, sino que es. Ov, ens, es un participio de presente. Las cosas pueden estar lejos o cerca de los sentidos, presentes o ausentes, pero como entes están inmediatas al noûs. La mente tiene la presencia del ón.
  2. Las cosas todas son entes, es decir, son.- Quedan envueltas por el ser, quedan reunidas, unas. Toda la multiplicidad de las cosas no tiene nada que ver con la unidad del ente. El ón es uno. Por eso llega a decir Parménides que el ente es una esfera sin huecos de no ser.
  3. Además, este ente es inmóvil.- Se entiende el movimiento como un modo de ser. Llegar a ser o dejar de ser supone una dualidad de entes, y el ente es uno. Por esta razón es homogéneo e indivisible, siempre desde el punto de vista del ente: si yo divido una cosa en dos partes, el ente queda tan indiviso como antes, las envuelve igualmente a las dos: la división no lo afecta lo más mínimo.
  4. El ente es lleno, ni vacíos.- (El problema del vacío es muy importante en toda la filosofía griega.) Es continuo y todo. Si hubiera algo afuera del ente, no seria, y si algo fuese fuera del ente, seria, es decir, seria ente.
  5. Por idéntica razón es ingenito e imperecedero.- Lo contrario es lo que supondría un no ser, que es imposible.
Estos son los principales predicados del ente, no de las cosas: lo que descubre la primera vía, la de la verdad.

LA OPINION

Como la segunda vía, la del que no es, es impracticable, veamos la tercera, de la δόξα (gloria), la opinión de los mortales. Esta tercera vía se mueve dentro de la esfera de la verdad, y por eso puede ser verdad y error. La medida en que exista uno y otro solo se puede decidir desde la verdad.

  1. La dóxa se atiene a las informaciones del mundo, de las cosas. Estas informaciones son muchas y cambiantes. Las cosas son verdes, rojas, duras, frías, agua, aire, etc. Además se transforman una en otras y están en constante variación. Pero...
  2. La dóxa se extiende ese movimiento, ese cambio, como un llegar a ser. Y aquí esta su error. El ser no se da en los sentidos, sino en el noûs. Es decir, la dóxa, moviéndose en la sensación, que es lo que tiene, salta al ser sin utilizar el noûs, de que carece. Y esta es su falsedad.
  3. La δόξα, además de ser opinión, es de los mortales. Porque su órgano es la sensación, la αισθησις (sensación), y esta se compone de contrarios y por eso es mortal, perecedera como las cosas mismas. La opinión no tiene noûs, lo único que es divino, inmortal, como ser.
Por eso interpreta Parménides el movimiento como una luz y unas tinieblas, como un alumbrarse y oscurecerse. Es decir, el llegar a ser no es más que un llegar a ser aparente. Las cosas que parece que llegan a ser,  ya eran, pero en tinieblas. El movimiento es variación, no generación: por tanto, no existe desde el punto de vista del ser. Y todo esto es convención, ley(νόμος), nombres que los hombres ponen a las cosas.

ONTOLOGIA O METAFISICA

Podemos preguntarnos ahora el sentido del descubrimiento de Parménides. Las cosas, en griego πράγματα, prágmata, muestran los sentidos múltiples predicados o propiedades. Son coloreadas, calientes o frías, duras o blandas, grandes o pequeñas, animales, arboles, rocas, estrellas, fuego, barcos hechos por el hombre. Pero consideradas con otro órgano, con el pensamiento o noûs, presentan una propiedad sumamente importante y común a todas: antes de ser blancas, o rojas o calientes, son simplemente. Aparece el ser como una propiedad esencial de las cosas, como lo que ha llamado después un predicado real, que no se manifiesta sino al noûs. Las cosas son ahora entes. Y el ón y el νους (mente) aparecen como una conexión esencial, de modo que no se dan en uno sin el otro. Parménides dice que este sentido que son lo mismo el ser y el noeîn o noûs. A los ojos del noûs el ente es uno e inmóvil, frente a la pluralidad y cambio de las cosas que se dan en la sensación. En Parménides comienza ya la escisión de los mundos, el de la verdad y el de la apariencia (opinión o dóxa), que es falsedad cuando se toma como la realidad verdadera. Esta escisión va a ser decisiva para el pensamiento griego.

Vistas las cosas un poco mas de cerca, podemos decir que, después de haberse pensado que las cosas tienen una consistencia determinada, Parménides cae en la cuenta de que ello implica que tienen una consistencia determinada. Las cosas consisten en algo; pero ahora la atención no se dirige al algo, sino en su previo consistir, sea lo que quiera aquello en que consistan. Las cosas aparecen ante todo como consistentes; y esto es lo que propiamente quiere decir el participio eón, ón, que es el eje de la filosofía parmenidea. las cosas consisten en esto o lo otro porque previamente consisten, es decir, consisten en ser lo consistente (tò ón). El descubrimiento de Parménides podría formularse, por tanto, diciendo que las cosas, antes de toda ulterior determinación, consisten en consistir.

Con Parménides, pues, la filosofía pasa de ser física a ser ontología. Una ontología del ente cósmico, físico. Y ocurre precisamente que, como el ente es inmóvil, la física es imposible desde el punto de vista del ser, por tanto, de la filosofía. La física es la ciencia de la naturaleza, y naturaleza es el principio del movimiento de las cosas naturales. Si el movimiento no es, no es posible la física como ciencia filosófica de la naturaleza. Este es el grave problema que va a debatir en todo los presocráticos posteriores y no va encontrar una solución suficiente más que en Aristóteles. Si el ente es uno e inmóvil, no hay naturaleza, y la física es imposible. Si el movimiento es, se necesita una idea del ente distinta de la de Parménides. Esto es lo que consigue, como veremos en su hora, Aristóteles, antes de él, la filosofía griega es el esfuerzo para hacer posible el movimiento dentro de la Metafísica de Parménides. Esfuerzo fecundo, que mueve a la filosofía y la obliga a plantearse el problema de raíz. Una lucha de gigantes en torno al ser, para decirlo con frase de Platón.

ZENON

Es el discípulo de más importante de Parménides, continuador directo de su escuela. También de Elea. Parece haber sido unos cuarenta años mas joven que Parménides. Su descubrimiento mas interesante es su método, la dialéctica. Este modo de argumentar consiste en tomar una tesis aceptada por el adversario o admitida comúnmente, y mostrar que sus consecuencias contradicen entre sí o la contradicen; en suma, que es imposible, según el principio de contradicción, implícitamente utilizado por Parménides.


Las Tesis de este, sobre todo las relacionadas con la unidad del ente y la posibilidad del movimiento, van contra lo que ordinariamente se piensa. Zenón construye, en su apoyo, varios argumentos, que parten de la idea del movimiento y muestran que es imposible. Por ejemplo, no se puede recorrer un segmento AB, porque para llegar a B hay que pasar primero por un punto medio, C; para llegar a C, por un punto D, medio entre A y C, y así sucesivamente, hasta el infinito. Habría, pues, que pasar por una serie infinita de puntos intermedios y el movimiento seria imposible. Según otro ejemplo, Aquiles, que corre diez veces mas que la tortuga, no alcanzara nunca a esta si lleva una cierta ventaja. Pues mientras Aquiles recorre esta ventaja, la tortuga ha avanzado 1/10 de esa distancia; mientras Aquiles recorre este nuevo espacio, la tortuga de alejado otro diez veces menor y así hasta el infinito; luego no la alcanza nunca. Zenón proponía otras varias aporías o dificultades, en cuyo detalle no vamos a entrar aquí.

El sentido de estas aporías no es, naturalmente, que Zenón creyese que ocurre así. El movimiento se demuestra andando, y andando se llega de A a B y Aquiles alcanza la tortuga. Pero no se trata de esto, sino de la explicación del movimiento. Esta es, dentro de las ideas del tiempo, imposible, y Parménides tiene razón. Para que el movimiento se pueda interpretar ontológicamente, es menester una distinta idea del ente. Si el ente es el de Parménides, el movimiento no es. Las aporías de Zenón ponen de manifiesto en su forma más aguda. Sera menester toda la ontología de Aristóteles para dar una respuesta suficiente al problema planteado por Parménides. No se puede componer el movimiento, como no se puede componer de este modo el continuo. Aristóteles construirá una idea del ser, distinta esencialmente de la de Parménides, y solo entonces se explicará el ser del movimiento y será posible la física.

MELISO


Es la última figura importante del eleatismo, pero no es él de Elea, sino jonio de Samos. Fue almirante de esta isla en la rebelión contra Atenas, y alcanzó una gran victoria naval en el año 442 a.C. Representa la continuidad del pensamiento de Parménides, con algunos caracteres propios. Niega la multiplicidad y la movilidad; niega que el conocimiento de las muchas cosas sea un conocimiento de la verdad. Pero mientras Parménides afirmaba que el ente es finito, Meliso dice que es infinito, porque no tiene ni principio ni fin, que serian distintos de él. Por la misma razón rechaza la idea de que sea una esfera: esto se podría interpretar como una parte limitada de la extensión.

EL INFLUJO DE PARMENIDES

Conviene no olvidar que el más hondo influjo de Parménides en la filosofía no se ha de buscar dentro de su escuela, entre los pensadores eleáticos, sino fuera de ella. como toda filosofía autentica, la de Parménides tiene su eficacia por el problema mismo que plantea, no por la acción escolar o de un grupo. El gran hallazgo de Parménides obliga a la filosofía griega a ponerse en marcha en forma metafísica; y sus consecuencias perduran hasta hoy.