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DEMOCRITO

 
Demócrito de Abdera (en griego Δημόκριτος, nació en Abdera (Tracia) 460 a.C. - 370 a.C.). Fue filósofo y erudito griego.

LOS ATOMISTAS

Son los últimos presocráticos. En el tiempo, llegan a coincidir aproximadamente con Sócrates, pero continúan en la tradición preocupada por la φύσις, y sobre todo por la linea de la filosofía eleática. Los dos principales atomistas fueron Leucipo y Demócrito. Los dos, por lo menos el segundo, de Abdera (Tracia). De Leucipo apenas se sabe nada en especial. Su doctrina coincidía en lo fundamental con la de Demócrito. Este fue una gran figura intelectual en Grecia, gran viajero y escritor. De sus obras, como de las del resto de los presocráticos, solo quedan fragmentos. Podemos referirnos, pues, principalmente a Demócrito.


LOS ÁTOMOS

Los atomistas hacen la última división del ente de Parménides. Llegan a los átomos (άτομο); es decir, las partes insecables, indivisibles, que no se pueden partir ya. Estos átomos se distinguen únicamente que tienen distintas formas, y de ellas dependen sus propiedades. Se mueven en torbellinos y se engarzan de diversas formas, produciendo así las cosas. Hay muchos mundos, unos en formación, otros en destrucción, otros en existencia actual. Las propiedades se fundan en la forma y también en la sutileza de los átomos. Y cada uno de estos conserva los atributos fundamentales del ente de Parménides, que aparece, valga la expresión pulverizado.

MATERIALISMO

Es el primer intento formal de hacer un materialismo. Todo, incluso el alma, está compuesto de átomos. Aparece aquí la interpretación material del ente. Por eso el movimiento va hacer ante todo movimiento local (φορά). Y entonces se plantea a los atomistas el problema del lugar, del τόπος en donde tienen que estar los átomos. Y, en efecto, dirán que están en el vacío. Esto es de una gran importancia. El vacío era, tradicionalmente, el no ser. Pero este no ser es necesario para los átomos. Demócrito hace algo muy original: le da un cierto ser al vacío, y este se convierte en espacio. No es el absoluto no ser sino un no ser relativo, por comparación con lo lleno, con los átomos, y es el ser espacial. El problema del ser y el no ser queda mitigado, pero no resuelto, en la forma átomos-espacio. Es el último intento de solución dentro de la idea parmenidea del ente.

EL CONOCIMIENTO

Según Demócrito, la percepción se realiza del modo siguiente: las cosas emiten una especie de espectros o imágenes sutiles (είδωλα), compuestas de átomos más finos, que penetran los órganos de los sentidos. Así, la mente recibe una copia o réplica de la cosa, y en esto consiste el conocimiento; es una doctrina por tanto, sensualista.

Las ideas morales de Demócrito empiezan ya a dibujar la figura del «sabio», del σοφός: imperturbabilidad, serenidad, dominio de sí mismo. Todavía es física, cosmológica, especulación sobre el cielo, y el mundo, y el movimiento de las cosas, frente del ser inmóvil; pero ya estamos en tiempo de Sócrates.